Granja recibe histórica certificación de Bienestar Animal y marca un ejemplo para el mundo

La defensa de los derechos de los animales, el respeto a la vida y la crianza humanizada tiene que ser la meta a alcanzar por el hombre que comparte el mundo con estos seres y es el principal responsable de su cuidado.

Que todos los animales tengan la libertad para expresar su comportamiento natural, sin hambre, sed, angustia ni miedo, sin limitaciones de espacio, dolor, lesiones o enfermedades y puedan disfrutar del bienestar que merecen como seres vivientes y sintientes.

El Rancho Dos Aguas, se convirtió en la primera granja del país en obtener el sello Certified Humane de bienestar animal. Ubicado en Valle de Bravo, Estado de México, recibe su nombre por los dos ríos que rodean a la granja.

El equipo de trabajo tiene 2 años y medio esforzándose en el cuidado y en ofrecerles una buena vida a las gallinas ponedoras.

Maneja a los animales de manera manual con el objetivo de que la recolección de huevos y la convivencia con las gallinas sea menos invasiva y más respetuosa, algo que se refleja en la calidad de los huevos que ponen. Además se encargan de hacer las entregas a domicilio.

El sello Certified Humane garantiza que se cumplan exigencias de bienestar animal.

El encargado de esta certificación es el Instituto Certified Humane, representante de Humane Farm Animal Care (HFAC) en América Latina, una organización internacional sin fines de lucro que busca mejorar la vida de los animales.

Garantiza que las instalaciones cumplen con los estándares de bienestar animal en todas las etapas de su vida.

Este sello se puede encontrar en países como Brasil, Argentina, Canadá, Perú, Estados unidos, Australia, Uruguay, Hong Kong y ahora, en México.

Sin jaulas o restricciones de movimiento es uno de los principios del bienestar animal.

Verónica Carmona, administradora del Rancho Dos Aguas, explicó que la producción comenzó para consumo de los dueños por lo que las indicaciones fueron las de hacer lo mejor que se pudiera teniendo en cuenta el respeto por los animales.

“Nos atrevemos a decir que nuestras gallinas están felices, al ofrecerles las condiciones para que ellas vivan lo mejor posible, tú te acercas y ni siquiera se espantan, vienen contigo y te picotean las agujetas del zapato, las ves bañarse en tierra y tomar el sol…”.

A diferencia de las aves que lamentablemente viven soportando un cruel cautiverio. Las gallinas de esta granja permanecen libres, sin jaulas, rejas o corrales fijos para que puedan expresar su comportamiento natural, pueden estirar sus alas y darse los baños de tierra que tanto les gusta. Es una gran diferencia.

Tiene instalaciones dignas y seguras para las gallinas.

Al obtener esta certificación otras granjas se han interesado en conocer y adoptar mejores prácticas en favor del bienestar animal.

Ayuda a compartir por el derecho de todos los animales a tener una vida digna.

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