Todo aquel que ha pasado por un desastre natural sabe lo difícil que es volver a reconstruir un hogar, más allá de las pérdidas materiales, salvaguardar nuestra vida y a la de nuestros seres queridos es lo más importante.
Por eso cuando el equipo de emergencia llegó golpeando la puerta de Carol a las 2 de la madrugada, temía no solo por su vida sino por la de sus mascotas.
Carol vivía cerca de un volcán activo en Puna, Hawái.
La alarma de emergencia indicaba que el piso se había abierto y estaba arrogando lava y peligroso gas de dióxido de azufre. Carol de 70 años no tenía otra opción sino la de evacuar.
Desafortunadamente, cuando el equipo de bomberos entró bruscamente por la puerta asustaron a uno de los perritos de Carol, quien salió corrió y el otro perrito lo siguió.
Brus y Little Dude es el nombre de los peluditos.
Cuando Carol adoptó a Brus sabía que era un perrito nervioso que le costaba interactuar con los hombres, quizá en su pasado fue víctima de un hombre sin sentimientos.
La situación declarada en emergencia no permitió que los bomberos dejaran que Carol fuera en busca de sus amadas mascotas. Oscuro y en peligro los perritos estaban a punto de enfrentar los peores días de su vida.
Brus fue adoptado en Aloha Ilio Rescue.
Afortunadamente, la presidenta de Aloha Ilio Rescue, Daylynn Kyles, se enteró de la situación de Brus y estaba decidida a ayudarlo a él y su hermanito. Sabía que los perritos eran muy importantes para la mujer de 70 años y organizó todo un equipo de rescate.
Después de pasar la emergencia muchos voluntarios se unieron para buscar en cada grieta y por todo el vecindario al par de peluditos.
Tras una semana de buscar incansablemente los rescatistas pensaron lo peor.
Kyles y todo el personal habían buscado días enteros a Bruss y Little Dude, al décimo día cuando Kyles decidió regresar al vecindario, escuchó algo que llamó su atención. Al acercarse al lugar notó a los perritos asustados suplicando ayuda.
«Estaban atrapados detrás de una cerca y no podían salir debido a la lava que los rodeaba. Fue una locura. Sabíamos que este perro probablemente estaba aterrorizado”.
Empleando un machete Kyles y dos amigas se metieron entre la selva para hacer camino y lograr llegar a los vulnerables perritos, quienes asustados y deshidratados estaban cubiertos de picaduras de hormigas rojas.
Afortunadamente el final de estos perritos es feliz gracias a una mujer y su equipo de rescate que no se dieron por vencidos.
Carol y sus amigas desbordaban felicidad al lograr encontrarlos.
Por ahora los perritos permanecerán en el refugio mientras que Carol encuentra una casa. A pesar de la difícil situación de Carol saber que sus perritos están bien y felices le brinda un gran rayo de esperanza.
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