Un hombre finge su muerte frente a su gato, pero jamás se imaginó una reacción así

Todos sabemos que los gatos tienen una personalidad bastante particular, ellos suelen ser el centro de atención. De hecho, piensan que todo gira en torno a ellos y que son los únicos que merecen todas las miradas, lo demás parece no tener importancia absoluta, por eso los dueños de gatos muchas veces hacen experimentos para verificar si sus gatos realmente sienten afinidad por ellos.

Sparta es una mezcla de bengala de más de 10 años que vive junto a su dueño y tiene una página conocida como The Mean Kitty.

Sparta pareciera ser un gato bastante particular, ya que le gustan cosas como la lucha libre, buscar, acechar y que lo tengan como si fuera un bebé. Así que su dueño decidió ver qué haría Sparta si él muriera repentinamente, por lo que diseñó un plan para fingir su muerte y que todo quedara grabado en un video.

Colocó una cámara en un lugar estratégico y cuando vio que Sparta estaba cerca comenzó la actuación.

Cuando pasó frente a Sparta, se detuvo abruptamente y puso sus manos en el pecho como si le doliera imitando un infarto fulminante. Cayó de rodillas y finalmente quedó completamente tendido en el suelo, ante los ojos del gato quien comenzó a maullar al ver la escena un poco incrédulo.

Se acercó y comenzó a olfatear a su dueño, con su cola rígida y con aparente preocupación sin dejar de maullar.

Después de rodearlo completamente, pasar sobre los hombros del hombre y mirarlo fijamente con incredulidad, ocurre algo que nos deja sin aliento. Y es que el gato se va hacia el lado izquierdo del hombre y justo ente el hombre y un sofá, se tumba patas arriba y se queda completamente inmóvil.

Su dueño al ver su reacción de reojo, levanta su cabeza y le dice “¿es en serio?”.

BoredPanda / YouTube

Si queremos darle una oportunidad al gato, podemos decir que al verse huérfano decidió fingir su muerte también. Pero la verdad, es que según su dueño que seguramente lo conoce muy bien, Sparta simplemente ante la muerte decidió tomar una cómoda y despreocupada siesta. Claramente, su instinto animal le hizo saber que su padre no había muerto y que había decidido descansar un rato de una manera extraña, así que no había nada más que hacer que seguirle el juego.

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