Isla paradisíaca utiliza burros como transporte, sufren graves heridas al cargar turistas obesos

Cuando nos vamos de paseo siempre queremos experimentar y conquistar lugares y olvidamos medir las consecuencias. Desafortunadamente, muchos turistas en una isla  griega se dejan llevar por la pasión y olvidan que el medio de transporte que emplean para subir terrenos montañosos son burritos que sufren terribles efectos.

En la Isla griega de Santorini los burritos están siendo heridos al cargar turistas obesos.

Esta hermosa isla es conocida por sus terrenos montañosos y por las increíbles zonas escalonadas donde los vehículos no tienen acceso. Por ello, los residentes  han empleado los burros para transportar a los turistas y que puedan disfrutar de una hermosa isla.

Un método que expone a los indefensos animalitos.

Sin embargo, estos animalitos cada día se ven más afectados al cargar personas con sobrepeso. Los activistas por los derechos de los animales afirman que con la obesidad en aumento los burritos se ven en la obligación de llevar personas cada vez más pesadas.

Sufren lesiones en la columna y heridas a causa de las sillas de montar.

En vista de las desventajas que les trae los burritos heridos los lugareños ahora están criando mulas para sacarles el máximo provecho, al ser más grandes y altas tienen mayor resistencia por lo que podrían soportar una carga más pesada.

Es recomendado que los animales no carguen más del 20% de su peso corporal.

Kristina Kaloudi se mudó a la isla de Atenas hace más de una década y creó una fundación para ayudar a todos los burritos que sufren heridas por exceso de trabajo. Ha notado que la cantidad de turistas obesos se ha incrementado en los últimos años, desconocen que lo que es diversión para ellos implica dolor para los animalitos.

La organización se llama Santorini Animal Welfare Association (SAWA).

Muchos lugareños afirman que los burritos hacen hasta cinco viajes al día con altas temperaturas, sin agua, y las riendas mal ajustadas. Son pocos los propietarios que siguen el código para trabajar con estos animalitos, la mayoría le saca el mayor provecho a los burritos y cuando han agotado su energía y consideran que ya no tiene vida laboral son desechados.

Cuando acaba su vida laboral son abandonados para que mueran o son lanzados a un precipicio.

Kristina señala que los burros son animalitos muy fuertes y cuando llegan a ella los trata con el mayor respeto. Cada vez que recibe un burrito se siente feliz de poder ayudarlos, muchos de los que llegan están a horas de la muerte, así que se asegura de brindarle algo de seguridad al menos por un momento.

A las personas parece no importarles el bienestar de los animalitos.

Tanto para Kristina como para los activistas y todos los amantes de los animales nos parece desagradable que aún se sigan empleando esta manera tan rudimentaria que expone a los animalitos. Señalan que de ninguna manera están en contra que los lugareños se ganen la vida, solo piden que los burritos sean tratados de forma justa y con respeto. Puedes firmar la petición para detener el maltrato haciendo clic aquí.

Ayúdanos a compartir la nota para juntos crear una gran voz en nombre de los animalitos indefensos y podamos detener la crueldad animal.

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