De cocinarlos en la parrilla a albergarlos en su granja… pero podrían quedarse sin techo

¿Quién dice que no podemos redimirnos de nuestras acciones pasadas? A veces nos comportamos de forma insensible, ya que no nos hemos puesto a pensar bien en lo que hacemos, y cómo afecta a otros (sobre todo si se trata de animales). Pero nunca es tarde, y esta historia es la prueba de ello.

Además, demuestra que los animales son capaces de enamorar a cualquiera que les de la oportunidad. Al salvar a un animal, su felicidad y agradecimiento nos conmueve a tal punto que entendemos muchas cosas, y comenzamos a desarrollar una empatía única hacia ellos.

Él se llama Jamie Castano, antes se dedicaba a cocinar parrilla profesionalmente y ahora se dedica a algo completamente opuesto: consiente a un cochinito rescatado, cuyo nombre es Olive. Pero además de eso, lleva su propia granja de animales: Freedom Farm Animal Rescue. Todo iba muy bien, pero ahora él necesita ayuda, ya que está a punto de perder el lugar. Debe encontrar otro hogar para los 250 animales que cuida, lo antes posible.

«A Olive le gusta hacer lo que quiere, cuando quiere. Salta directo hacia tu pecho para asegurarse de que es el centro de atención comparada con el mundo entero. Antes, yo estaba siempre cocinando carne, ni siquiera pensaba en lo importante que es la vida de los animales», contó Jamie acerca del cerdito.

Como él tenía perros muy grandes, se le dificultaba encontrar un lugar para vivir que resultara cómodo para todos. Por eso terminó rentando una granja. Así fue como Jamie se mudó al campo para que sus chicos estuviesen bien… Y terminó a cargo de 250 animales. «Alguien se enteró de que teníamos esta granja y nos pidió que nos encargáramos de un caballo, lo cual me aterraba», continuó contando.

Jamie aceptó hacerse cargo del caballo y eso representó una gran lección. El animal estaba sumamente desnutrido, tanto que ni siquiera podía caminar. Lo bautizaron Bumble Bee. Primero, le dieron unas botas especiales para caminar, de esa forma el dolor se le aliviaba. Poco a poco ha ido ganando peso, caminando cada día un paso más, y demostrándole a todos lo agradecido que está con la ayuda que ha recibido.

Tanto la experiencia con Bumble Bee como aquella con el cerdito Olive, son las pequeñas cosas que le sucedieron a Jamie, un hombre que antes cocinaba a los animales, que le hicieron reaccionar y convertirse en la admirable persona que hoy es. ¿Te gustaría que continúe con la maravillosa labor que ha llevado a cabo? Además de ser muy buena, es una inspiración para otras personas que no han abierto los ojos.

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Puedes hacer una donación para que Jamie consiga otro hogar para los 250 animales que cuida en su granja. Lleva a cabo una hermosa labor y ellos no merecen quedarse sin un lugar para vivir. ¡Ayudemos!

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