Lo cargan porque su «cojera» le impide subir las escaleras pero en el último escalón todo cambia

Titán es un ocurrente cachorro de 7 años que fue adoptado por su familia en Furry Friends Animal Refuge, en Iowa, a finales de agosto. Sus padres se han divertido mucho descubriendo la personalidad de su nueva mascota.

Natalie Bretey, la madre de Titán, dijo que su actividad favorita es caminar. Con frecuencia hace lo posible de que sus paseos duren más. Para sus padres es el perro más amable y obstinado que jamás hayan conocido.

“Si bien le encanta ser un bebé grande y amigable, también es muy terco. Frecuentemente se detiene cuando salimos a caminar hasta que tomemos el camino que decidió, o se detiene a ver pasar los autos y la gente. Sabíamos que era cariñoso y amistoso, pero no teníamos ni idea de lo terco que era», agregó Natalie.

Titán tiene algunos problemas de salud como úlceras crónicas de oído, displasia leve de cadera y alergias.

«Nos dimos cuenta de que no es un fanático de las escaleras cuando regresamos al apartamento de mi novio y rápidamente notamos de que no tenía intención de subirlas. Empezamos a sentir pánico porque pensamos que era por su displasia de cadera”, agregó Natalie.

Sus padres estaban muy preocupados de que su aversión a las escaleras pudiera deberse a que el cachorro sentía dolor, pero descubrieron que era solo porque no tenía ganas de subirlas.

Después de ese incidente cada vez que Titán se encuentra frente a unas escaleras intenta convencer a sus padres de que lo carguen.

«Titán repite este truco al menos una vez a la semana», dijo Natalie.

Incluso a veces Titán finge cojear, pero tan pronto como sus padres llegan al último peldaño y lo bajan la cojera desaparece mágicamente y corre por el pasillo como el perro más atlético del mundo.

“La semana pasada tropezó hacia atrás con su nuevo pijama al subir el primer escalón. Sostuvo su pata en el aire y me miró con una expresión de dolor. Llamé a mi novio para que lo subiera porque pensé que no estaba fingiendo”, agregó Natalie.

Cuando su padre lo levantó pensó que probablemente estaba mintiendo otra vez.

“Lo cargó en sus brazos y lo subió. Antes de que llegáramos a la cima, Titán se estaba moviendo para bajar al suelo. Su cojera había desaparecido y corrió hacia la puerta principal. Solo nos reímos. ¡Es un gran actor!”, agregó Natalie.

Sus padres están seguros de que Titán no conocía las escaleras antes de vivir con ellos, y tienen mucho cuidado de escuchar y observar cualquier signo de dolor real.

Cuando Titan fue adoptado por primera vez era un cachorro que tenía mucho que aprender sobre ser un perro. A sus padres les ha encantado verlo salir de su caparazón y explorar el mundo que lo rodea.

«Su gran corazón ha hecho que cada momento difícil valga la pena», dijo Natalie.

Si desea ayudar a Titán con el tratamiento de sus oídos, puedes hacer un donativo en la página GoFundMe.

Sus padres quieren darle la mejor vida posible, y están más que dispuestos a soportar su terquedad cuando caminan porque lo aman tal y cómo es. No dejes de compartir su encantadora historia.

Te recomendamos