Mercado chino famoso por su «festín de insectos fritos» reabre tras la pandemia mortal

El mundo ya no podrá ser el mismo después de la crisis provocada por la pandemia mundial con más de 3 millones de personas infectadas y más de 230.000 muertes en el mundo entero.

Sin embargo, a escasos kilómetros del epicentro del brote, en Nanning, en la provincia china de Guangxi, parece no haberles parecido suficiente.

Medios locales chinos han difundido las inquietantes imágenes de un mercado que reabrió el pasado 10 de abril, tras haber cerrado a fines de enero por el virus.

Se trata de la calle Zhongshan, muy frecuentada por lugareños y turistas, acostumbrados a consumir todo tipo de animales.

Escorpiones, ciempiés, estrellas de mar a la parrilla, erizos e insectos «fritos, salados y picantes», son algunas de las especies exóticas más demandadas

Entre toda la selecta oferta, lo más esperado parece ser el «festín de insectos». En los puestos se puede apreciar todo tipo de estos seres: desde arañas, saltamontes, grillos, insectos palo, estrellas de mar, escarabajos de agua… hasta gusanos de seda.

Algunos chinos creen que los insectos son meriendas nutritivas debido a sus proteínas.

El medio chino Pear difundió un video en directo que ha estremecido a muchos, donde se puede ver a los clientes ordenando sus platillos de insectos, después de la reapertura de la famosa calle hace unas semanas. Puedes verlo haciendo clic aquí.

Una clienta que había esperado por meses este momento, comentó:

«No puedo creerlo, mi corazón está latiendo».

El mercado se reabrió porque las autoridades consideraron que los nuevos casos de infectados redujeron considerablemente

La calle se abre todos los días a las 6 de la tarde, hasta la madrugada. Y allí se monta una verdadera fiesta, aunque sí se toman algunas precauciones para evitar la propagación del virus.

La capacidad de aforo máxima es de 3.000 personas, los negocios están divididos en 2 grupos y abren alternándose una semana, todos los puestos deben permanecer a 1,8 metros entre sí. Además, los visitantes, usan una aplicación móvil para demostrar que no tienen fiebre, se les pide que se lleven todo empaquetado y no pueden comer en la calle.

Aunque de ahí a que realmente lo cumplan, hay un largo trecho… Así lo cuenta algún dueño de negocio, que asegura que mucha gente sí lleva mascarilla, pero colgada de la barbilla.

Algunos locales consideran que les han quitado media vida con esas restricciones y comentan:

«Este mercado ya tiene alma».

El gobierno chino ha prohibido temporalmente el comercio y el consumo de carne de animales salvajes, una práctica que se cree que causó la pandemia. Pero el consumo de insectos, que también se observa en otros países de Asia, todavía está permitido en China.

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