Perrita anciana muere abrazada a su dueño mientras sufría por culpa de la negligencia humana

Lo que para muchos es una fuente de diversión para algunas criaturas resulta una gran tortura que puede ser mortal sin necesidad de tocarlos. Hablamos de la pirotecnia, cuyo uso acostumbrado cobró la vida de una perrita anciana que murió en los brazos de su dueño en las fiestas de fin de año, en diciembre de 2019.

Su nombre era Magui, una bóxer cuyo corazón adulto no soportó el estrés y miedo que le produjo los estallidos de la pirotecnia. 

Aunque sus dueños intentaron tranquilizarla con mimos y abrazos, no pudieron hacer nada para salvar a la criatura que terminó por colapsar en un ataque de estrés. Magui vivía en la comunidad de Esquel, en Argentina, y estaba rodeada de una querida familia que intentó de todo para controlar su crisis.

Antonella, la madre humana de Magui, quiso contactar a algún veterinario que pudiese socorrer a su pequeña pero todo fue en vano. La mujer no logró localizar a nadie que pudiese ir a esa hora de la noche para controlar a la perrita.

Magui falleció en brazos de uno de los hijos de Antonella, en una triste escena entre lágrimas y sollozos que apenas podían oírse con el ruido de la pirotecnia. 

La imagen del abrazo se hizo viral después de que la organización ADAE (Adoptá-Esterilizá-Educá) compartió la publicación hecha por Antonella. ADAE se enfoca en promover la adopción de mascotas y se asegura de que sus peludos estén en las mejores manos, así que no podían ser indiferentes ante la muerte de esta criatura.

“Tu diversión la aturdió, la aterró, le generó un pánico inexplicable. Tu diversión la mató. Magui falleció en brazos de su dueño. Su familia quedó desconsolada”, señalaba la publicación de la organización.

La familia está desconsolada pero peor aún es imaginar todo lo que esta perrita pudo sentir antes de que su corazoncito no soportara más terror.

Al igual que lo hizo Antonella, la organización ADAE ha compartido el caso en busca de hacer un llamado de atención en la población. Los animalitos no pueden controlar sus nervios, pero nosotros, los humanos razonables podemos prevenir que ellos pasen por esta crisis. 

Hoy se nos destroza el corazón con la historia de Magui, pero como ella muchas criaturas siguen expuestas a este terrible final, incluso tus propias mascotas. Por ese motivo nos unimos al clamor de la familia y pedimos más conciencia ¡No uses pirotecnia en tus celebraciones!

Comparte esta triste noticia y haz posible que este mensaje llegue a más personas. Antes de que alguien piense si quiera encender algo de pólvora debe recordar la imagen de Magui.

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