Perrita callejera y monito dejado a su suerte al que adoptó se niegan a ser separados

El amor maternal de una perrita callejera no tiene límites, yendo incluso más allá de su propia especie. De eso damos fe por todas las historias que nos llegan día a día a Zoorprendente. Tal como sucedió en Cartagena, Colombia, cuando un mono capuchino que fue separado de su hábitat abruptamente encontró en una peludita a la mejor de las madres.

La perrita callejera acogió al mono como su propio hijo

Perrita callejera adopta a mono como su propio hijo

Luna se convirtió en la madre del indefenso mono capuchino, llamado Beto, después de que ambos padecieran una gran tragedia. Por un lado, la perrita que siempre vivió en las calles y que había dado a luz a una camada de perritos, perdió a sus bebés de forma desconocida y, por otro lado, el mono fue dejado desamparado en la ciudad colombiana.

Pero, en medio de su respectiva desdicha, Beto tuvo la fortuna de encontrarse en las calles con Luna. La perrita y el mono desarrollaron un gran vinculo de inmediato, ella lo acogió con todo su amor para cuidar de él como su mayor tesoro.

Sospechan que el mono fue alejado de su hogar para ser vendido por un coste de hasta 1500 dólares

El pequeño mono fue arrancado de su hábitat cuando era solo un recién nacido, pero encontró en Luna todo el abrigo y, además, la peludita criolla se encargó de alimentarlo todo el día para que pudiera crecer sano y fuerte.

Convertidos en madre e hijo, Beto se habituó a montar sobre la espalda de su nueva madre canina, aferrándose fuertemente con sus garritas para no caerse de ella a lo largo de sus recorridos por la ciudad.

No obstante, la insólita dupla no tardó en ser vista por los habitantes de la ciudad, quienes reportaron la situación inmediatamente con la Policía Ambiental y Ecológica de Colombia. Los agentes quedaron impresionados con el caso y acudieron de inmediato a su resguardo, reconociendo la gran labor hecha por la perrita.

“Esta perrita salvó al mono de una muerte segura”, declaró la policía.

Para cuidar de cada animalito apropiadamente, los agentes oficiales, entre ellos el oficial Anderson Blanquiceth, trataron de separar a Beto de la espalda de la perrita. No obstante, parecía que nada podría alejar a los seres que llevaban siendo familia aproximadamente 18 meses.

Una y otra vez, los oficiales tomaron al mono para alejarlo de su madre adoptiva y él respondía con fuertes chillidos de rechazo e incluso con pequeñas mordidas para mantenerse sobre Luna.

Después de mucho esfuerzo los oficiales consiguieron separar a los animales, pero solo por muy poco tiempo, pues Beto no tardó mucho en correr desesperado en busca de Luna y ella también se lanzó a su encuentro, recibiéndolo con el más sincero de los abrazos.

“El mono no se baja de la perrita, pasa todo el día montado. Lo intentamos bajar y lo distanciamos, pero se soltó y corrió enseguida para montarse en la espalda de la canina”, narró el agente Anderson.

Tras la negativa de separación de Luna y Beto, los oficiales no tuvieron más remedio que ceder y permitirles mantenerse juntos hasta que sean examinados por un especialista.

Posteriormente, se trató de hacer un análisis por separado de Luna y Beto pero tampoco les fue posible. La relación que han desarrollado se conoce como impronta, es un vínculo irrompible pues el peludo ha grabado en su cerebro a Luna como su única figura materna.

Si los oficiales insisten en separar a los mamíferos ocurriría una auténtica tragedia, tal como señala el especialista Enrique Zerda, etólogo de la Universidad Nacional, pues el mono no podría sobrevivir.

“Ellos forman en su cerebro el reconocimiento de quién es su mamá, el reconocimiento de su especie, esto es un mecanismo de aprendizaje regulado genéticamente que no se puede revertir una vez creado”, dijo el especialista Enrique.

Por ello, Luna y Beto serán mantenidos juntos en una zona especial de la Corporación Autónoma Regional del Canal Del Dique (CARDIQUE), donde podrán seguir viviendo de forma segura como madre e hijo.

¡Su amor es único!

No cabe duda, madre no es la que engendra sino la que cuida y ama fielmente, tal como cuida Luna a su pequeño Beto.

¡No hay nada más importante que la familia y Luna y Beto han formado la más hermosa y sincera!

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