Una deprimida perrita en un refugio apenas puede levantar su cabecita para pedir cariño

John Hwang es un fotógrafo y amante de los animales que visita con mucha frecuencia varios refugios ubicados en Los Ángeles. Así conoció a la perrita de esta historia. John disfruta pasar tiempo en compañía de ellos, además es algo que necesitan mucho en ese momento en el que se encuentran en el lugar que les proporcionará lo que tanto necesitan: un hogar para pasar el resto de sus vidas.

En una de sus visitas al refugio, el fotógrafo conoció a una perrita adulta que a primera vista no notó, pero ella sí se fijó en él.

John estaba justamente caminando por el Baldwin Park Animal Shelter, cuando pasó al lado de una perrita de 10 años, que estaba acurrucada en una esquina lejos de la reja, sin moverse. Se veía derrotada y por supuesto eso le hizo sentir pena por ella, pero no pensó que tuviese el interés de acercarse a él. 

«Lo primero que pensé fue que esta perrita era muy tímida o estaba deprimida, razón por la cual probablemente no querría interactuar conmigo», dijo John. «Me sorprendí cuando se acercó hacia mí a penas me vio bien». En cuanto esta chica notó que John estaba pasando por allí, se acercó tambaleándose hasta él, así fue como se dio cuenta de que tenía un temblor extraño. Era como si su cuerpo no estuviese funcionando de forma correcta.

«Ella parecía no estar coordinando del todo sus movimientos, la forma en la que se movía era bastante extraña. Estaba tan desaliñada y fuera de sí… Pero estaba seguro de que su corazón seguro que funcionaba a la perfección«, dijo John. La chica intentó acercarse y olerlo desde una distancia segura, para empezar. Pero eso duró pocos segundos, ya que después su cuerpo estaba presionado contra la reja… suplicaba cariño.

Así fue cómo John empezó a tocarla y hacerle cariños, los dos estuvieron así durante un largo rato, disfrutando el uno del otro en compañía. Es una hermosa manera de empezar la amistad. «Probablemente pudimos permanecer así todo el día, ella estaba muy a gusto». ¡Seguro que lo estaba!

A pesar de que la chica parecía retraída y poco amigable a primera vista, le demostró a John que tenía mucho amor para dar. Esta es una prueba de que no podemos juzgar un libro por la portada, como dice el sabio refrán. Eso nos enseña que mucho menos podemos saber cómo es un perro cuando se encuentra en un refugio mendigando cariño y calor hogareño. 

Enseguida se dio a conocer que esta dulce pequeña estaba en adopción y se difundió el contacto de Baldwin Park Animal Shelter para que si hubiera algún interesado adoptara a la perrita con su número de identificación, A5072256.

ACTUALIZACIÓN:

Después de que muchos se sintieran indignados de que el fotógrafo no hiciera nada por llevársela o conseguirle personalmente un hogar, sus imágenes dieron la vuelta al mundo.

“Muchas personas estaban enamoradas de este perro y haciendo todo lo posible para tratar de ayudarla”, dijo John.

Finalmente, Cathi Perez, una voluntaria de otro refugio que rescata a perros de refugios de alta matanza, fue por la perrita que la llamó Annabelle para buscarle un hogar.

“Estaba tan emocionada de estar fuera de su perrera. Sólo para salir y caminar alrededor. Ella estaba tan feliz la segunda vez que salió. De inmediato no fue el mismo perro”, dijo Cathi.

Después de haber recibido todas las atenciones del veterinario, Cathi la acogió en su casa temporalmente, pero en pocos días será enviada al hogar de una mujer donde podrá vivir rodeada del amor y dulzura que siempre mereció tener.

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