Perrita es descubierta por su dueña acurrucada cariñosamente con un gato que llegó a su casa

Todos hemos escuchado que una perrita y un gato se llevan fatal, pero eso no tiene porque ser siempre así, la amistad es un hermoso sentimiento que está por encima de esas simples diferencias.

La perrita Cheeky tiene 14 años y ha aprendido a amar a los gatitos

perrita

Es común que un perrito se relacione y haga buena amistad con otro perro, también hay muchos casos de canes con gatos, y es lo que le pasa a Cheeky, una canina de 14 años que vive en casa de los esposos Heck.

A pesar de que es hija lanuda única, no se siente para nada incómoda cuando llega un nuevo animalito de visita. Está acostumbrada porque su madre siempre se aparece con gatitos que adopta.

La perrita miraba resignada cómo el gato husmeaba por toda la casa

Pero hace más o menos seis meses, comenzó a llegar a casa un gato que jamás había visto por el vecindario. Lo atrajo el olor de la comida que Heck dejaba en el porche para que los felinos callejeros se alimentaran y, por lo visto, le gustó la sazón de la madre de Cheeky.

Con el pasar de los días no se conformó con estar en el porche, se interesó por toda la casa y sin esperar a que la invitaran entró a dar un recorrido por el interior del recinto.

A Cheeky no le desagrada, pero si estaba extrañada por la inesperada audacia del gato que resultó ser hembra.

El encuentro fue emocionante, ambas se cayeron muy bien

Estaban emocionadas por el encuentro. Pero Heck y su esposa conocen la mentalidad de un gato, y sabían que sus venidas continuas al hogar eran muestra de que no tenía dónde estar; estaba buscando un lugar cómodo y seguro para quedarse.

“Le presentamos lentamente a Cheeky al gato, haciéndole saber que Cheeky no la lastimará. Ahora, [el gato] no ha salido de nuestro patio trasero o porche apenas en los últimos cinco días”, dijo Heck.

Le pusieron Sushi como nombre a la minina. Las dejaban tranquilas para que interactuaran y afianzaran su amistad. Un día la madre tuvo que salir y cuando regresó se encontró con una enternecedora escena. Algo había hecho Cheeky y se había ganado la confianza y el cariño de la gatita.

Shushi se acurrucó al lado de su amiga disfrutando del sol en el porche. Esa no fue la única vez que ocurrió, con el pasar de los días se hacía más frecuente, disfrutaban de su compañía como dos viejas amigas. Las fotografías se compartieron en las redes sociales y los usuarios quedaron encantados.

“Así que ahora ponemos comida para gatos en el porche trasero para ella y ponemos una almohadilla térmica en una caja en el porche trasero, donde duerme por la noche”, agregó la humana.

En la almohadilla térmica no caben las dos, por eso Sushi prefiere irse hasta la cama de Cheeky, se frota sobre ella y le limpia suavemente la cabeza.

Heck cree que la gata está esterilizada, pero la llevará al veterinario para que le coloque las vacunas que necesite, así estarán más tranquilos con ella en casa.

“Planeo obtener su tratamiento de prevención contra pulgas y llevarla al veterinario para vacunarla ya que decidió que mi porche trasero es su casa y mi perro es su perro”, explicó la sonriente y comprensiva mujer.

Se han convertido en mejores amigas y disfrutan tomar el sol juntas

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida por @sapawsforadoption


Ya Sushi no tiene de qué preocuparse, siempre encuentra comida calentita y agua fresca, y el cariño de la familia. Sale a dar un vuelta, pero tiene una casa donde descansar en las frías noches, y una hermana donde acurrucarse las veces que quiera.

No cabe duda, tenemos mucho que aprender de los animales que nos demuestran que el amor y la amistad no tienen límites ni condiciones.

Te recomendamos