Su familia se puso a jugar Jenga, ella se cansó de verlos fracasar y les enseñó cómo se juega

Cuando nos reunimos con nuestros amigos por lo general vamos dispuestos a pasarla bien y a sumar momentos inolvidables a esa inagotable lista de recuerdos irrepetibles. Casi siempre tenemos  un amigo especial que es el alma de la fiesta. Esta vez y para sorpresa de todos fue un dulce perrito el que hizo de una noche de juego común con los amigos de sueña, la noche más especial y sorprendente que han tenido en mucho tiempo.

Remy puede ser una gran herramienta en una tarde de juego de mesa.

La tierna perrita llegó a la vida de Ashley Agapiou cuando tenía cinco meses de edad, desde el primer momento Ashley y su hermana Molley notaron que tenía una personalidad muy alegre y contagiosa, le encanta mostrar sus nuevos juguetes dejando claro que es la consentida de la casa.

¿A quién no le gusta lucir sus nuevos regalos?

Todos en la familia desconocían el gran talento que tenía Remy hasta que un día organizaron una fiesta, para hacerla un poco más divertida decidieron iniciar una ronda de jenga en la sala de estar. Pero nadie se imaginó que la dulce bola de pelos participaría en el juego y tendría una jugada perfecta.

 “Todos estaban muy concentrados en el juego, ya que era una gran jugada.  Pero no me importó mucho, así que estaba viendo a Remy y la vi intrigada con el juego de jenga”, dij0 su dueña.

Para nadie es un secreto que el jenga  es un juego clásico de habilidad física y mental, para muchos resulta difícil. Pero para la curiosa Remy, el desafío parecía no intimidarla, lo asumió con total ligereza sorprendiendo a todos en la sala de estar.

Las habilidades no siempre se demuestran desde el primer momento.

Su dueña comenta que es la primera vez que realizan este juego de mesa, así que Remy nunca antes había visto las piezas. Por lo que su actuación sorprendió a más de uno, primero arañó uno de los bloques del fondo y luego usó su hocico para sacar la pieza sin derribar la torre.

Con táctica y delicadeza logró los objetivos del juego.

Afortunadamente, Agapiou tenía su teléfono en la mano y logró capturar tan increíble jugada. Inmediatamente publicó el video en las redes sociales y en un par de días se hizo viral. Su dueña comenta que aunque no le dejan tener cosas que no sean sus propios juguetes, consideraron que después de una gran jugada era justo que sintiera el sabor de la victoria en su boca.

No sólo ganó el juego, sino los corazones de miles de usuarios en Internet.

Cada perrito es único e incomparable, a su manera sorprenden a sus dueños con cada travesura  que muchas veces  tratan a estos peluditos como a un hijo más. Remy es otro miembro en  la familia de Agapiou, ahora será también un valioso jugador en las tarde de jenga.

Comenta con tus amigos la gran jugada de Remy y comparte la nota para que más dueños se sientan inspirados a compartir sus aventuras caninas con el resto del mundo.

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