La tierna reacción de un perrito al ver a su oso de peluche favorito en la lavadora

Los perros son los animales más tiernos y sorprendentes que pueden formar parte de nuestra vida. Con su cariño, amistad y lealtad, sencillamente se roban nuestros corazones, demostrándonos que aman incondicionalmente a todos los seres que les rodean sin importar lo esponjosos y suaves que sean.

Esto fue lo que sucedió recientemente con un pequeño perrito llamado Habs, que tiene un gran y singular mejor amigo. Hace tres años Jacqueline Estey, la madre humana del canino, recibió de regalo un gigantesco oso de peluche de color blanco que rápidamente fue reclamado por Habs y desde ese entonces han sido inseparables.

El apego del perrito hacia el oso de peluche es evidente, especialmente porque es mucho más grande que él y suele llevarlo arrastrando por toda la casa.

“Habs siempre ha sido inseparable del oso. Le gusta traerlo por toda la casa. Si se lo quitas, te seguirá hasta que se lo devuelvas”, dijo Estey.

Sin embargo, hace unos días sucedió algo inesperado que pondría en riesgo la amistad de Habs con su suave oso de peluche. Después de cientos de aventuras y tardes de juego, el osito necesitaba recibir de manera urgente un buen baño que le devolviera su color natural, lo cual significaba que tenían que ser separados para meterlo en la lavadora.

Habs no estaba preparado para ver a su mejor amigo dar innumerables vueltas dentro de la lavadora repleta de agua y jabón, pero esto no le impidió ser empático con lo que estaba a punto de atravesar el osito e hizo algo que dejó a su madre sin palabras.

Cuando Estey fue a cerciorarse de que el proceso de lavado marchara en orden, se encontró con Habs sentado frente a la lavadora, mirando fijamente todo lo que ocurría con cierta preocupación. Durante todo el lavado, el perrito se mantuvo en el mismo lugar apoyando a su esponjoso osito.

“Nunca lo he visto hacer eso por nada más que su oso. Fue muy gracioso cuando lo encontré sentado allí y no se movía ni un poco”, señaló Estey.

El proceso de lavado finalizó sin ningún inconveniente, devolviendo al perrito a su oso reluciente de limpio. No obstante, al parecer Habs no había logrado recuperarse de la experiencia y durante la noche tuvo una pesadilla en la que su amado oso estaba en peligro.

“Escuché a Habs rascar la puerta de la lavadora. Cuando entré al cuarto de lavado, ¡él estaba buscando a su oso!”, mencionó la mujer.

Jacqueline Estey

Estey tuvo que abrir la puerta de la lavadora para mostrarle a Habs que su oso ya no se encontraba ahí y lo llevó hasta su cama en donde lo encontró sano y limpio. El perrito se acostó sobre su cama para abrazar a su oso y por fin pudo dormir con tranquilidad.

Este sorprendente acontecimiento nos demuestra lo inteligentes que son los perros. Ellos sienten y se dan cuenta de todo lo que sucede a su alrededor; siempre están dispuestos a ayudar a los que más aman, incluso si eso implica permanecer frente a una lavadora durante horas. Aprendamos de ellos y agradezcamos su amistad incondicional.

¡Comparte esta increíble historia con todos tus amigos y recuerda llenar de amor a tus animales!

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