Perrito perdido fue hallado subido en un autobús con su propio pasaje colgado del cuello

Al igual que sucede con los hijos, nuestras mascotas nos son imprescindibles. Tal como lo hacen los niños, iluminan nuestro universo con su pura y santa presencia. Es por eso que, si alguna vez los perdemos de vista, la angustia que nos sobreviene es incluso capaz de enloquecernos.

Esto lo sabe muy bien la familia de Papu, un diminuto y travieso perrito de raza chihuahua quien un día sencillamente se evaporó de su casa ubicada en la ciudad de Monterrey, en México.

Sus padres tenían el alma en vilo. Buscaron al perrito intensamente por todos los rincones de la zona residencial, pero Papu no aparecía. En ese momento, la familia comenzó a temer que Papu hubiese sufrido un accidente mortal, o incluso que hubiese sido hurtado.

Temiendo lo peor se abocaron a seguir recorriendo las calles con más ahínco, con tal de dar con el paradero de su amado animalito y mejor amigo. Descartaron los alrededores y se animaron a publicar una nota informativa en Internet, sobre la extraña desaparición de Papu.

“Cuando desapareció de nuestro hogar, temimos lo peor. Recorrimos las cercanías de su hogar, sin siquiera un rastro de Papu. Estábamos desesperados y por eso decidimos dar a conocer su historia”, dijo la mamá humana del perrito perdido.

Fue la mejor decisión ya que, gracias a que la noticia se difundió y viralizó en cuestión de minutos, finalmente los responsables del peludo pudieron sentirse aliviados: descubrieron que se había subido él solito en un autobús de una ruta superficial interurbana. Viajó por Monterrey como todo un señor pasajero más.

El contenido de la publicación sobre Papu incluyó fotografías ilustrativas de la apariencia física del cachorro para que, si alguien lo viese diera algún dato para poder ubicarlo.

Dos horas después del post, tremendamente popular y compartido cientos de miles de veces, la familia de Papu recibió una fotografía de su querida mascota que les devolvió el aliento. Se encontraba con vida dentro de la unidad del mencionado transporte público

“La foto de Papu había sido tomada por un pasajero en uno de los buses de la ciudad. Esto fue lo que más nos llamó la atención”, añadieron.

Al percatarse de la presencia de Papu en el bus, los demás pasajeros decidieron retenerlo hasta que llegasen sus padres a reclamarle en un punto de encuentro que ambas partes acordaron.

Pero, además, para cumplir las reglas, el conductor le colocó al perro en el cuello su propio pasaje y ya no viajara más de polizón, tal como lo dicta la ley de transporte.

El conductor solo sonreía divertido viendo al perro sentado en la unidad. Mientras tuviera su pasaje a mano (perdón, en este caso, colgando del cuello), no habría problemas. Y así, Papu regresó a la calidez de su hogar con los suyos, luego de su aventura citadina montado en autobús.

Por fortuna, lo que pudo terminar en tragedia se transformó en su némesis, convirtiéndose en un episodio bastante divertido e inolvidable para todos los miembros de esta familia.

Comparte con tus amigos la historia de Papu. Realmente, una escapada tan peculiar como angustiante la de este cachorro simpático, ingenioso, aventurero y retozón.

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