Perritos quedan consternados con la enorme reja que puso su dueña para «castigarlos»

Brenda Hofstad y su pareja han formado un hermoso hogar lleno de amor. Desde hace muchos años comenzaron a abrir las puertas de su casa para peluditos rescatados y ahora cuentan con 4 hermosos perritos que han logrado dejar atrás los difíciles años de vivir en la calle.

Scoop, Zoey, Chloe y Chancey Boy se llevan de maravilla y se han convertido en una divertida manada que no para de hacer travesuras.

“Cada vez que dejo la casa, destrozan todo lo que encuentran a su alrededor. Una vez que regreso, encuentran en mí su zona de confort”, explicó Brenda.

En muchos casos, los perritos que vienen de un pasado difícil suelen sentir algo de ansiedad al sentirse separados de sus dueños.

Afortunadamente, Brenda se arma de toda la paciencia del mundo y poco a poco ha ido ayudando a sus mascotas para que comprendan que finalmente se encuentran a salvo y en un hogar definitivo.

Sin embargo, cuando llega la Navidad la manada de perros ha desarrollado una extraña “tradición”.

Cada año, Brenda pasa horas preparando su arbolito de Navidad. Lamentablemente, sus esfuerzos siempre parecen ser en vano. En cuanto Brenda deja la casa por un par de minutos, la manada de peluditos acude de inmediato para cumplir con su importante tradición: destrozar el arbolito por completo.

Durante años, Brenda simplemente volvía a levantar el pino para ubicar las decoraciones en su sitio pero este año decidió que las cosas debían cambiar.

“Destrozan el arbolito de Navidad todos los años. Siempre lo han hecho”, aseguró Brenda.

Recientemente, Brenda preparó todos los adornos y decidió que las cosas se harían ahora un poco diferentes.

Podía ver en las caras de sus graciosos perritos que estaban tramando continuar con sus travesuras pero fue entonces cuando tuvo una maravillosa idea. Realizó una pequeña investigación en las redes y finalmente compró un separador de acero para dejar el arbolito completamente protegido de Scoop y sus secuaces.

En cuanto los peluditos notaron la nueva adquisición, parecían muy confundidos. Intentaron una y otra vez encontrar alguna manera de acceder al colorido objetivo pero no pudieron lograrlo.

El separador ha estado protegiendo el arbolito desde hace un par de semanas pero Scoop, Zoey, Chloey y Chanchey Boy no parecen estar dispuestos a rendirse. Cada día se acercan hasta el nuevo muro y olisquean por doquier con la esperanza de encontrar una entrada.

¿Crees que los traviesos peluditos logren continuar con su tradición navideña? Cuéntanos tu opinión y no dudes en compartir las aventuras de esta linda manada de perritos rescatados.

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