Cazan a un tiburón ballena en peligro de extinción y se graban mientras atentan contra su vida

No hay duda de que las personas en masas no son capaces de razonar ni medir el alcance de sus actos. Sin embargo, esto no los exonera de sus responsabilidades cuando hablamos de hechos tan lamentables como el que ocurrió el martes 11 de agosto en una playa venezolana.

A través de las redes sociales está circulando un vídeo en el que se observa a una turba de pescadores arremeter contra un tiburón ballena.

Esta especie protegida carece de dientes y no representa ningún peligro para los humanos, pero esto no detuvo a quienes decidieron ir contra el animal.

El hecho ocurrió en la playa Maurica de Barcelona, estado Anzoátegui, Venezuela. Al parecer la criatura fue divisada por un grupo de pescadores que la acorralaron con sus lanchas hasta verla obligada a acercarse a la orilla, una vez en el lugar las personas hicieron lo peor.

Momento en que el animal es llevado a la orilla.

Decenas de pescadores se acercaron y sacaron al tiburón del agua para no sólo tomarse fotografía sino acabar con su vida del modo más detestable.

En las imágenes se observa cómo los presentes brincan y posan sobre el cuerpo del escualo agonizante sin mostrar remordimiento alguno.

La mayoría de los pescadores eran personas jóvenes.

Este hecho indignó a la comunidad y fue denunciado por el buzo venezolano, Yosmer Martínez.

“Es cazado intencionalmente mientras aún se mantenía con vida, hasta que finalmente es sacado de la playa y un grupo de ‘personas’ se montan encima, para fotografiarse junto a su gran ‘trofeo’ , mientras otro grupo aplaude y ovacionan el cruel asesinato”, describió.

El buzo pidió a todos en las redes compartir el vídeo y ayudar a denunciar.

Tras la presión de los cibernáutas, el Ministerio de Ecosocialismo (Minec) y una comisión del Comando de Vigilancia Costera de la Guardia de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) ordenó una investigación del hecho.

El Fiscal Luis España es el encargado de todo lo concerniente al caso y ha abierto una investigación penal ordinaria contra las personas que participaron en la arremetida contra el animal.

Ni el peligro de contagio por COVID-19 evitó que esto sucediera.

En las redes también se dio a conocer que los pescadores decidieron descuartizar al tiburón y repartir su carne, un hecho que pareció “lógico” debido a la crisis humanitaria que atraviesa el país suramericano. Sin embargo, nada de esto puede justificar la barbarie que se cometió contra la criatura.

Lo llevaron a la orilla para poderlo cortar.

Además algunos especialistas como el biólogo y especialista en tiburones Leonardo Sánchez advirtieron sobre los peligros de consumir este tipo de carne no apta para los humanos.

“Su dieta se basa en de fitoplancton, necton, macro algas, kril y bancos de peces pequeños; que se pueden encontrar en aguas superficiales donde los metales pesados (producto de las actividades humanas) son más abundantes”, comentó.

Se presume que el tiburón era de unos 15 años pero la ignorancia y falta de humanidad de algunos acabó con la vida de esta criatura protegida por las leyes venezolanas. Este hecho debe ser realmente repudiado y no existe ninguna razón que pueda justificarlo.

Acabar con estas especies no sólo atenta contra el ecosistema, sino contra la propia estabilidad de familias de pescadores que viven gracias al turismo que hay en la zona. En Aragua y la Guaira existen empresas que ofrecen el avistamiento o nado con especies inofensivas y majestuosas como este tiburón, acabar con ellas representaría un duro golpe para el turismo de la región.

El hombre no puede seguir acabando la vida de tantas criaturas, comparte esta noticia y ayúdanos a denuncia ¡Que las autoridades castiguen a los responsables!

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