Policía no puede dejar de pensar en la aterrada perrita a la que salvó durante una redada

Mike Lynes ha sido policía desde hace mucho tiempo. En todos sus años de experiencia ha tenido que lidiar con las situaciones más impensadas pero hace poco se encontró con un caso que quedó dando vueltas en su cabeza.

Lynes formó parte de un equipo que acudió a una casa para realizar una redada antidrogas.

El policía conocía el procedimiento a la perfección pero esta vez se encontró con algo completamente inesperado.

Para cumplir con su deber, Lynes revisó a profundidad todos los rincones de la casa. Estaba a punto de terminar cuando se dirigió a un lejano baño y encontró a una peludita diminuta acurrucada en una esquina.

La pobre perrita parecía tener tan sólo un par de semanas de vida y todo parecía indicar que en aquel lugar no recibía los cuidados que tanto necesitaba. Sin pensarlo dos veces, el detective la tomó en sus brazos y la sacó de allí. Para cumplir con el protocolo, Lynes reportó lo sucedido y la llevaron a un refugio.

No sabían con certeza si la perrita había sido robada o cómo había llegado hasta la casa de la redada. Por esta razón debía permanecer en un refugio durante un tiempo determinado para ver si alguien la reclamaba como suya.

Lynes no podía dejar de pensar en ella, estaba muy preocupado y temía que la peludita siguiese aterrada sin comprender lo que estaba sucediendo.

Durante todo ese tiempo, el policía no pudo pensar en otra cosa que no fuese la perrita. Llamó un par de veces al refugio para preguntar por su estado de salud y se ofreció para cubrir cualquier gasto que fuese necesario.

Cuando finalmente se cumplió con el tiempo reglamentario sin que nadie la reclamase, el policía fue el primero en solicitar la adopción formar de la perrita.

Los encargados de cuidarla estaban conmovidos con su gran dedicación y no dudaron que él sería un maravilloso padre. Después de todo, él mismo la había salvado.

Ahora, la perrita se llamada Daisy y pasa sus días recibiendo amor de toda la familia de Lynes. Cuando no se encuentra en su hogar jugando con los niños de la casa, pasa largas horas en el trabajo con junto al policía luciendo un elegante chaleco. No hay dudas de que su amoroso padre estaba destinado a darle una nueva vida.

Nunca sabremos toda la verdad sobre el difícil pasado de esta perrita pero lo que sí es seguro es que ahora está recibiendo todo el amor que se merece gracias a su salvador. ¡Comparte!

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