Prefirió caminar kilómetros de regreso a su país que abandonar a sus perritos recién adoptados

No son pocas las historias de viajeros que, en sus travesías, se encuentran con un compañero inesperado. Muchas personas que deciden recorrer el mundo a pie, en bicicleta o con una combi, incorporan a su recorrido a una gatito o a un perrito, que son incapaces de dejar de lado.

Lucas Giménez es un gran ejemplo de esto. El viaje de Lucas comenzó hace algunos meses, cuando él y su novia Sol decidieron viajar como mochileros desde Argentina a Chile. Originalmente tenían previsto recorrer algunos rincones de la cordillera.

Sol y Lucas nunca imaginaron encontrarse con esta sorpresa

Cuando Lucas y Sol se encontraban disfrutando de su viaje a través de las montañas del sur, se encontraron en su camino a un par de perros.

Uno de ellos era negro, el otro blanco. No fue difícil encariñarse con los canes y pronto la pareja de mochileros notó que estos animalitos estaban dispuestos a seguirlos, de ser necesario.

Entonces la convivencia hizo posible que Lucas y Sol se encariñaran hasta más no poder con los perritos y ambos hicieron una promesa: no los volverían a dejar solos nunca más. Los llevarían con ellos a casa de ser necesario.

Llegó el momento de volver a casa y Lucas y Sol ya no estaban solos. Les acompañaban en el viaje Pilsen y Serena. Todo marchaba bastante bien, hasta que llegaron a Abra Pampa, una región en la provincia argentina de Jujuy.

Lucas y Sol no imaginaron que el viaje se volvería una complicación llegado a ese punto del camino. Lo que sucedió es que ambos jóvenes fueron asaltados y los maleantes del quitaron todas sus pertenencias. Los chicos quedaron a la deriva, sin poder comunicarse con sus seres queridos.

Preocupado por lo que le sucedía a su hija, el padre de Sol decidió ir a buscarla luego de varios días sin saber nada de ella. Entonces se encaminó a Jujuy. Fue una suerte que escogiera este destino, pues en Abra Pampa vio que Lucas y la joven estaban a salvo.

Lucas no desistió en caminar kilómetros con tal de llevar a sus perritos consigo

Aún había un problema por resolver: ¿qué sucedería con Pilsen y Serena? Intentaron regresar a casa en autobús, llevando consigo a los perritos, pero ningún conductor les permitió viajar hasta Mendoza en compañía de los animales.

El mayor gesto de amor de Lucas estaba por llegar. Incapaz de deshacerse de sus nuevos amigos peludos, decidió enviar a Sol de regreso a casa con su padre, mientras él se propuso caminar hasta Mendoza en compañía de los perros.

Lucas, Pilsen y Serena caminaron por días. Muchas veces tuvieron que tomar tramos por el borde de las carreteras, exponiéndose a un accidente. A pesar de que buena parte del viaje fue a pie, el joven consiguió que uno que otro conductor lo llevara consigo por algunos kilómetros.

El joven finalmente llegó a casa, donde fue recibido junto a sus perros con una grata emoción. Pilsen y Serena jamás volverán a dormir en las calles.

La bienvenida fue sumamente emocionante

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