Queenie, la perrita más longeva que con 103 años y su ceguera aún tiene ánimo para divertirse

Queenie no ha llevado una vida sencilla pero cada canita que tiene su pelaje no sólo es un cúmulo de experiencia, sino de bastante diversión. Y es que, a pesar de los años y el duro pasado de esta terrier, su corazón es tan noble que ella siempre ha estado lista para dar un poco de amor a quien se le acerque.

Queenie vive en Gran Bretaña junto con salvadora Bridget Pike y sus otros hermanos caninos, unos terriers mucho más jóvenes que ella.

Bonnie, de 10 años, Bo, de 12 y Queenie, de 21, fueron rescatados y adoptados por Pike, quien trabaja en Dogs Trust, en Salisbury, Wiltshire. Cuando Bridget era subdirectora en el centro de reubicación se encontró con Queenie, e inmediatamente se enamoró.

En principio, la mujer no pudo llevarla a su casa pero veló por su bienestar desde el refugio.

Fue hasta el 2018 cuando Bridget logró convertirse en la mamita oficial de esta perrita y desde entonces no se ha podido separar de ella.

“Me siento tan privilegiada de haber podido ofrecerle a Queenie un hogar feliz en sus últimos años, sólo desearía haberlo hecho antes. Ella tiene algunas ansiedades y preocupaciones, ¡pero en realidad es el perro más fácil que he tenido! Ella trae tanta alegría a mi vida que no podría imaginar mi vida sin ella”, dijo Bridget.

Quennie tiene 21 años de edad, lo que equivale 103 para los humanos

A pesar de que el peso de su edad ya recae sobre su cuerpo, Queenie es amante de la diversión y le encanta tomar paseos al aire libre.

“Queenie es una roca. A pesar de que no puede correr como solía hacerlo, le encanta estar al aire libre. Le conseguí una silla de paseo para perros en la que puedo ponerla cuando ha caminado lo suficiente pero todavía quiere estar en libertad”, dijo su mamita.

Aunque esta perrita está casi completamente ciega, sabe reconocer cuando la comida está lista gracias a su eficiente olfato.

Está casi completamente ciega, pero no tiene nada de malo su sentido del olfato. Así que por lo general, el olor a pollo la hace descontrolarse por unos minutos antes de que su mami le sirva su comida.

“¡Ella sabe si no he servido su comida de  perro con pollo cocido y se queda allí mirándome y dando vueltas hasta que le sirvo!”, reveló Bridget.

La Sra. Pike admite que al principio costó un poco para que Queenie saliera de su caparazón y se adaptara a su nuevo hogar pero dando una mirada al pasado se da cuenta que todo valió la pena. Por eso ha revelado su historia para incentivar la adopción de perritos mayores.

“Ella tiene mucho carácter y demuestra que no debes pasar por alto a los perros mayores, ¡a menudo todavía hay mucha vida y amor en ellos!”, comentó.

Aunque Bridget ya ha adoptado a tres perritos, en The Dogs Trust, en Salisbury, aún hay muchos peludos esperando por un hogar. Te invitamos a visitar su sitio web y animarte a ser esa nueva esperanza para un perrito mayor en sus últimos años.

Como Queenie, los peluditos mayores aún  tienen mucho amor y lealtad para ofrecer, comparte la historia y e invita a tus amigos a disfrutar del verdadero amor ¡Adopta y bríndale un nuevo hogar!

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