Salvan de un destino fatal a 2 perritos que yacían muy débiles sobre un viejo y roto colchón

A pesar de que cada día se genera mucha más conciencia en torno a la tenencia responsable de mascotas, todavía existen muchas de ellas que son sometidas a la indiferencia de la calle y deben salir adelante como puedan.

Desde hace 15 años, los perros en situaciones extremas en Buenos Aires, Argentina, tienen un aliado incondicional.

Se trata de la fundación denominada Proyecto 4 Patas (P4P), una organización sin fines de lucro liderada por un grupo de jóvenes voluntarios que buscan superar la situación de sobrepoblación y abandono que viven millones de animales.

Muchas han sido las historias que han exaltado a este grupo de héroes y heroínas defensores de los derechos de los seres más vulnerables, pero ninguna como la del rescate de “Topo” y “Gigo”, dos simpáticos y valientes orejudos que lograron sobrevivir al terrible estado de desnutrición en el que fueron encontrados.

Voluntarios del proyecto Proyecto 4 Patas

Para el momento en que P4P se hizo presente, ambos yacían encima de un colchón sucio y roto en una esquina de una calle de Buenos Aires, Argentina. Brenda Alderete, voluntaria de Proyecto 4 Patas y rescatista de ambos canes contó de la forma en que llegaron a la fundación.

“Con Luciano, que es el dueño del proyecto, recibimos la alerta de un perro que se llama Florencio, que es otro caso y yo, justo estaba terminando mi turno en el refugio cuando llegó la nueva alerta; siempre que se puede ir de a dos es muchísimo mejor porque nunca se sabe cómo se puede comportar él o los perros, en este caso, Topo y Gigo”, explicó.

Al principio, pensaron que se trataba de madre e hijo, pero finalmente se dieron cuenta de que eran dos ejemplares machos. Sin embargo, a pesar de su debilidad, al momento de intentar agarrarlos se pusieron a la defensiva, muy desconfiados y asustados, sobre todo Topo, el más joven de los dos.

“Topo, que era el de color negro estaba más a la defensiva y se notaba que era un poco más joven, así que nos costó más agarrarlo”, aseguró la rescatista.

Finalmente, Brenda vivió con Topo y Gigo durante casi dos meses en su casa, en vista de que para ese momento el centro de adopción rebasaba su capacidad y no había espacio para resguardarlos. Además, no se sabía la manera en que ambos pudieran reaccionar al encontrarse con otros animales.

Pero, claro, con ese espíritu y voluntad de ayudar que la ONG le imprime a cada rescate, hoy en día Topo y Gigo se encuentran completamente rehabilitados, sanos, felices y disfrutando de un sitio acorde dónde vivir, alimentarse y de una bien merecida segunda oportunidad de vida.

Tras casi 4 meses en el refugio, y aunque por separado, ambos pudieron ser adoptados. Sin embargo, mientras Gigo se fue a vivir muy feliz con una nueva madre humana, a Topo le costó encontrar su hogar definitivo ya que, después de su primera adopción fue devuelto al refugio donde continúa esperando su suerte.

La fundación se mantiene haciendo estricto seguimiento a todos los perros, es decir, ninguno es entregado al azar ni a cualquiera, y las familias que deciden llevarse uno a casa, se deben comprometer a cuidarlos e incluso castrarlos, de ser necesario.

Esperamos que pronto Topo encuentre un verdadero hogar que le brinde calor a su corazón.

Comparte este que es, sin duda, un hermoso relato con tus familiares y amigos. Celebremos la labor de organizaciones como esta, que son las verdaderas encargadas de darles a tantos casos tristes, un final feliz.

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