Salvan al perrito que cansado de su cojera se metió en un canal para no sufrir más

Un perrito sin hogar que estaba cansado de vagar con su dolor se internó a una fluente de agua fangosa, no sabemos si fue por equivocación o simplemente estaba cansado de cargar con todas sus penas. Por suerte, un grupo de rescatistas fueron alertados y llegaron a tiempo para prevenir cualquier desgracia.

El cambio que ha tenido el perrito es conmovedor y por eso te traemos su historia.Perrito

Su nombre es Snappily, que significa rápido en inglés. Sus salvadores decidieron llamarlo de esa manera debido a la prontitud con la que el animal les robó el corazón. Este canino se encontraba sumergido en un agua lodosa, al parecer había quedado atrapado en el lugar después de caer “por error” y no poder salir.

Resulta que Snappily además de débil y deshidratado tenía lesionadas sus patas traseras, lo cual entorpecía aún más su escape de ese lugar en el que había caído.

El perrito fue reportado por un samaritano ante los voluntarios que decidieron no desperdiciar ni un minuto y fueron a ayudarlo. Al llegar vieron al peludo resignado, parecía que ya no tenía fuerzas para continuar y, aunque en principio no lo comprendía, decidieron salvarlo.

Una vez uno de los rescatistas lo tuvo entre sus manos notó que algo no andaba bien. Una de sus patas estaba lastimada y evidentemente eso le causaba mucho dolor.

El perrito cojeaba para poder movilizarse.

Después de ser sacado del estanque, el animal recibió ayuda médica: un chequeo exploratoria para determinar su condición y posteriormente se sometió a un estudio de Rayos X. la comida y el amor no le faltó al peludo a partir de ese momento.

Lastimosamente, ambas pata traseras estaba muy comprometida y la solución más rápida para acabar con su dolor era amputársela. De esta manera empezó para él un camino difícil pero menos doloroso.

El perrito que se había resignado a morir, ahora debía aferrarse a la vida y continuar.

Algo que sorprendió mucho a los rescatistas que actuaron en este caso fue que la quietud del animal desde el primer momento en que lo encontraron. Al sacarlo del pozo, el perrito no mostró nerviosismo, pero tampoco felicidad e igual durante su consulta.

De hecho, los voluntarios creyeron que no tendría la fuerza para salir adelante porque se notaba muy resignado e indiferente ante la vida.

Pero el can les demostró todo lo contrario.

Antes de que el perrito fuese operado, los especialistas probaron por el uso de unas botas ortopédicas y rehabilitación para ayudar a que sus miembros se fortalecieran. Ese camino era evidentemente más largo pero arrojaba una esperanza más a la vida de Chico, tal como lo bautizaron después de superar la primera etapa de su rescate.

Resultó que la amputación no fue necesaria y las terapias le ayudaron a salir adelante. Aunque nada de eso hubiese sido posible si el animal no hubiese puesto todo de su parte.

El perrito aprendió que tenía una gran razón para luchar.

La recuperación del peludo llevó meses y mucha dedicación de parte de sus cuidadores. Chico se convirtió en uno de los consentidos del refugio y logró ganarse también el aprecio de otros caninos en el lugar.

Aunque pasó por un proceso obscuro en su vida, el corazón de Chico volvió a brillar y sus ojos resplandecen de amor. Nada que ver con aquel perrito triste y resignado que encontraron aquella tarde en la canal.

Ahora el can luce un hermoso pelaje y es un gran compañero de los niños. Los pequeños que visitan el refugio suelen divertirse mucho con C hico, pues él es un perrito tranquilo y amoroso. Ahora el animal sabe que la vida no es tan gris como el pensaba y que hay personas dispuestas a ayudarlo siempre.

Esperamos que Chico encuentre pronto un hermoso hogar, porque se lo merece.

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