Sólo tenía una bolsa de plástico y hacía de todo para acurrucarse solito en el peor de los fríos

Tiffany es una rescatista de Michigan Humane, en Estados Unidos. En sus largos años de experiencia ha aprendido que los días de invierno resultan mucho más duros para los peluditos de la calle, así que hace todo lo posible para socorrer a cualquiera que lo necesite.

Recientemente, recibió una llamada sobre un gatito que se encontraba temblando a un lado de la carretera. Tiffany sabía lo peligroso que esto podía ser, así que lo dejó todo para encontrar al pequeño cuanto antes.

Cuando llegó, comprendió que la situación era realmente grave. Se trataba de un hermoso gatito gris que a duras penas podía dejar de temblar. Lo único que tenía para protegerse del frío era una bolsa de plástico y el pobre intentaba acurrucarse con todas sus fuerzas para protegerse del frío.

Tiffany quedó con el corazón roto pero se preparó para tomar acciones y rescatarlo cuanto antes. Se bajó del auto y lo tomó entre sus brazos para brindarle un poco del calor que tanto necesitaba.

“Desde que los rescataron comenzó a ronronear y desde entonces no ha parado”, celebró Anna.

El pequeño no podía para de temblar. Metía su cabeza entre sus patitas para tratar de protegerse del frío y se podía ver que estaba realmente asustado. Tiffany lo llevó al veterinario y allí quedaron impactados.

Era difícil saber realmente cuánto tiempo había pasado el minino a un lado de la carretera, pero se necesitaba un verdadero milagro para que lograra sobrevivir en medio de una situación tan dura. Afortunadamente, todo parecía indicar que el gatito se recuperaría en cuestión de semanas.

“Aparte de estar helado, estaba en buena forma. Se mostró muy feliz al llegar a un lugar cálido y recibir mimos”, dijo Anna Chrisman, la gerente de Michigan Humane.

Los veterinarios calcularon que el pequeño tenía tan sólo 4 meses de edad y decidieron nombrarlo Lodge. Una vez que llegó al refugio, el minino se mostró como el más simpático del mundo. Se detuvo a abrazar a todos los humanos que se encontraba en su camino y los conquistaba con sus divertidos ronroneos.

“Lodge es un gato encantador y dulce con un poco de descaro. ¡Le gusta que lo carguen y le encanta jugar”, dijo Anna.

Ahora, todos en el refugio se refieren a Lodge como “el gatito de los abrazos”. Es doloroso pensar que un gatito bebé tuviese que pasar por una situación tan devastadora. Enfrentó interminables horas de frío pero ahora da tantos abrazos que nunca más tendrá que volver a temblar. En cuanto se recupere por completo, Lodge se ofrecerá en adopción y finalmente conseguirá el hogar que tanto se merece.

Esperamos que este hermoso peludito consiga una familia llena de amor dispuesta a brindarle todos los abrazos que él pida. ¡Comparte!

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