La sonrisa de un par de ballenas beluga antes de poder nadar libres por primera vez en el océano

Las ballenas beluga son animales como los seres humanos: sienten dolor, miedo, placer, tristeza y también emociones positivas. No son objetos, son alguien y merecen ser tratados con respeto.

Las ballenas beluga en cautiverio no son los animales más felices del mundo

Ballenas beluga

Sobre todo, porque se trata de una especie sumamente inteligente, capaces de entendernos y de intuir y saber lo que está sucediendo a su alrededor. Es decir, son, ante todo, seres conscientes.

Ballenas beluga

Más aún si se encuentran en cautiverio, como estas dos ballenas pertenecientes al parque acuático Ocean World, ubicado en la ciudad de Shanghai, República Popular China.

El par de portentosas ballenas belugas llamadas Little Grey y Little White no pudieron contener su gran emoción mientras eran trasladadas desde aquel acuario hacia la libertad.

Los cetáceos serán llevados a un nuevo refugio ubicado en aguas abiertas, luego de haber permanecido confinados durante casi una década. Durante todo ese tiempo, se vieron obligadas a trabajar duro para poder comer.

No paraban de realizar toda clase de trucos y saltos espectaculares para el deleite del público humano. Antes de Ocean World, en un centro de investigación ruso, pero siempre lejos de su verdadero hogar.

Después de estar tantos años separadas del mar, finalmente ambas han sido rescatadas por Sea Life Trust, una organización con sede en Gran Bretaña. La asociación se encargó de todo lo concerniente al envío de los ejemplares.

Fueron trasladadas a unos 10.000 km de distancia. Al fin, ambas hermanas ballenas belugas se dirigían rumbo hacia nuevo destino mejor, específicamente al Norte, a Islandia.

Fue una gran tarea trasladarlas hacia su nuevo hogar

Ahora, después de tanto esperar por el gran día de la ansiada libertad, este al fin llegó y las dos ballenas beluga podrán nadar en mar abierto por primera vez en muchos años.

De hecho, previa a su liberación en su santuario natural, primero pasarán un tiempo en un refugio ubicado en la bahía de Klettsvik, en la costa sur de Islandia. Al igual que la gente de Sea Life Trust, estamos encantados con esta noticia.

“Estamos absolutamente encantados de poder compartir la noticia de que Little Grey y Little White están a salvo en sus piscinas de cuidados del santuario marino. Ya se encuentran a tan solo un paso de ser liberados en su hogar de aguas abiertas”, dijo Andy Bool, director de Sea Life Trust.

Para transportar a los enormes animales hasta el otro lado del mundo, se requirió colocarlos en eslingas diseñadas especialmente para proteger sus enormes cuerpos.

Todo el esfuerzo mereció la pena al ver su gran felicidad

Posteriormente, el par de ballenas beluga tuvieron que soportar el largo trayecto. A bordo de un camión, luego en un avión de carga Boeing 747-400ERF y, finalmente, se trasladaron en un remolcador de puerto.

Su nuevo hogar es hermoso

“Después de una extensa planificación y ensayos, la primera etapa de su lanzamiento de regreso al océano fue tan suave como esperábamos y planeamos”, añadió Bool.

Se supo por el propio Bool que, tanto Little Grey como Little White, ambas hembras, llegaron sin mayores incidentes a la helada Islandia. Ninguna de ellas sufrió daño alguno y ambas se encuentran felices, sanas y salvas.

Permanecen chapoteando en su piscina de cuidado junto a la bahía donde se quedarán por un corto período de tiempo. Solo el necesario mientras se adaptan a su nuevo entorno natural en las islas Westman.

“El equipo de expertos y los veterinarios independientes estuvieron con Little Grey y Little White durante todo el traslado y dijeron que están sanos y que se están alimentando después del viaje desde su centro de cuidados en tierra de regreso al mar”, comentó adicionalmente Bool.

Han vuelto a sonreír

La verdad es que, resulta realmente hermoso verlas nadar y jugar felices en su nuevo entorno ambiental. Esperamos que tengan un primer baño increíble en las aguas de su verdadero y único hogar, ese que nunca debieron haber dejado.

¿A quién le puede agradar estar recluido sin poder mantener contacto con otros, reprimiendo su comportamiento natural? Los animales también tienen sentimientos. Queremos que vivan bien. ¿Por qué no contribuir para ello?

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