En algún momento de nuestras vidas, todos hemos tenido o tendremos que despedirnos de algún amigo peludo. La pérdida de una mascota, bien sea un perro, un gato u otro animal, es un duelo muy difícil por el que se tiene que pasar; para muchos incluso puede resultar traumático.
LV
La Universidad de Hawai (Estados Unidos) realizó una investigación referente al duelo por que se pasa al perder a una mascota, dicha investigación arrojó que el 30% de las personas que pasan por esto sienten dolor al extrañar a sus mascotas durante los primeros seis meses de la pérdida; algunos un poco más.
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Sin embargo, existe un 12% que padece mucho más esta pérdida, marcándolo como un suceso muy traumático en sus vidas. Este porcentaje parece pequeño, pero representa una gran cantidad de personas. Muchas personas no pueden superar la pérdida de su mascota, les es extremadamente triste tener que separarse de su mejor amigo.
Para la investigación se entrevistó alrededor de 106 dueños de mascotas que se encontraban en una clínica veterinaria, de los cuales el 52% había pasado por el terrible dolor de perder a una mascota por causas naturales. Más triste aún fue el 37% que se vieron en la triste obligación de sacrificar a sus hijos peludos debido a terribles enfermedades.
Para aquellos que se ven en la obligación de sacrificar a sus mascotas, el trauma es todavía más difícil de superar pues cuando se toma esta decisión los dueños de mascotas cargan con un sentimiento de culpa, además de que deben presenciar las imágenes de los últimos momentos de su amada mascota.
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Para quienes aprecian a sus mascotas, perderlas es tan doloroso como perder a un ser humano querido; incluso puede compararse con perder un familiar. Para muchos, los perritos o gatitos son parte de la familia, se les ama como hijos o hermanos, por lo que cuando muere un ser peludito, la tristeza y el duelo son muy difíciles de afrontar.
Según especialistas, despedirse de la mascota en casa trae beneficios tanto para la mascota como para sus familiares. Por una parte, el animal se siente más cómodo en casa, en un entorno familiar y conocido así que muere más tranquilo; y los dueños tienen la oportunidad de despedirse y pasar juntos sus últimos momentos.
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Sin embargo, también existen muchos casos en que nuestras mascotas mueren de manera totalmente inesperada por algún accidente trágico. Encontrarnos con una escena como esta no es nada fácil, por eso debemos ser muy fuertes.
Ser responsable de un animal es tan delicado, emotivo y vinculante como lo puede ser el cuidar de un bebé, de un hijo, un hermano o alguien cercano. Y esa responsabilidad lleva consigo todo lo bueno y todo lo malo hasta el final de sus días.
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Cuando nuestra mascota muere es importante saber que, si realmente se amaba al animal, el dolor será similar o igual al perder a un familiar o a un amigo pues después de todo es la partida de un ser amado.
Y aunque no sea una situación fácil, es algo que se puede superar, así como lo hacemos con nuestros familiares y amigos humanos. Hay quienes deciden adoptar a otra mascota al perder a una; y, a pesar de que para muchos puede funcionar brindarle todo el amor al nuevo miembro de la familia, esto puede resultar traumático para muchos otros.
Debes ser cuidadoso a la hora de enfrentar tu duelo, cada quien debe encontrar la manera más adecuada de sobrellevar su dolor. No sientas vergüenza, es normal que sientas dolor y te deprimas, pues tu mascota es tu mejor amigo, compañero e hijo, afronta la pérdida con madurez y recuerda que está en un lugar mejor donde ya no sufre más.
Ncbi.nlm.nih.gov / Questia
Todos somos diferentes y enfrentamos los problemas a nuestra manera. Si sientes que no puedes seguir, recuerda que no serás el único que pierda a una amada mascota, existen muchas personas que pueden ayudarte, fundaciones e incluso la terapia puede ayudarte a seguir adelante. Habla siempre que lo sientas necesario, quedarte callado a veces solo lo hace más difícil.
Para sentirte mejor solo recuerda todo el amor y mimos que le brindaste a tu amado peludo y que la muerte es algo que no se puede evitar; a fin de cuentas, a todos les llegará. Si tu mascota aún vive, recuerda amarla y cuidarla cada día para nunca arrepentirte por nada.
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