Tras vivir 10 años encerrado por una familia, este gibón puede finalmente ver la luz del sol

Los gibones de mejillas blancas norteños son animales en peligro de extinción que pueden ser encontrados en Asia; en Vietnam se estima que hay un poco más de 400 especímenes en edades reproductivas. Sin embargo, hay lugares donde los cazan para la venta ilegal y destruyen su hábitat, por lo que algunas familias pueden llegar a tenerlos como mascotas.

Así ocurrió en Tailandia, donde un hombre después de 10 años se comunicó con Wildlife Friends Foundation Thailand (WFFT).

El hombre residente de Nakhon Pathom le informó al equipo de WFFT, que tenía en su poder a un gibón hembra de mejillas blancas norteño, que había mantenido hasta el momento como mascota. El hombre explicó que su antigua novia la había comprado en el Chatuchak Weekend Market en Bangkok, lugar conocido por vender fauna silvestre de manera ilegal y que habían pensado que podían tenerla como mascota.

Poco tiempo después se dieron cuenta que el bebé gibón, a quien llamaron Thong, no era lo que esperaban.

Era muy probable que siendo tan solo un bebé haya sido separada de manera cruel de su madre, incluso es posible que haya tenido que ver como ella o parte de su familia era asesinada. Esto hace que desarrollen temor por los humanos, además al tratarse de un animal salvaje sigue sus instintos, y en cinco oportunidades escapó y lastimó a varias personas de la zona.

Por temor a que esto se siguiera repitiendo, ellos terminaron encerrándola en una jaula reforzada con plástico, cuerdas y chatarra.

Cuando el personal de WFFT vio las fotos de las condiciones en las que vivía Thong, inmediatamente se dirigieron al lugar para rescatarla. Desde que ella fue encerrada, nunca más salió, le daban agua en botellas de plástico que ella misma abría y tiraba dentro de la jaula y solo tenía tres orificios por los cuales podía mirar hacia el exterior.

Su jaula nunca había sido limpiada, estaba llena de excremento, de comida podrida y de recipientes de plástico.

Tom Taylor, asistente de WFFT dijo que tenían que rescatarla de ese infierno, lo que más le preocupaba era como la sacarían de esa jaula. Para ello, al llegar al lugar tuvieron que utilizar cuchillos que les permitieran cortar todas las cuerdas y chatarra que mantenían a Thong completamente aislada.

Una vez que tuvieron un orificio lo suficientemente grande, la transfirieron a un centro de rescate.

Lo primero que hicieron fue un chequeo médico, que para sorpresa de todos, los resultados fueron mucho mejores de los que esperaban. Su peso corporal era normal y su movimientos no parecían haber disminuido a pesar de haber vivido tanto tiempo en un espacio tan pequeño y sucio.

“Actualmente, ella se encuentra en cuarentena y se le realizarán exámenes de sangre para verificar que no exista ningún problema”, explicó Taylor.

Para continuar con las buenas noticias, Taylor dijo que ella se está adaptando muy bien al centro de rescate, que incluso ella hace llamados a gibones cercanos.

“En las instalaciones tenemos otros gibones de mejillas blancas, por lo que es posible que ella logre hacer algunos amigos”, agregó Taylor.

Ellos esperan que ella pueda ser integrada a una de las islas boscosas de gibones.

TheDodo

El promedio de vida de un gibón es de aproximadamente 40 años, Thong solo tiene 10, por lo que los especialistas creen que ella tiene grandes oportunidades de aprender nuevamente cómo ser un gibón. Esto quiere decir que ella en un futuro podrá disfrutar de su libertad e integrarse a su hábitat natural para ser feliz finalmente, como siempre debió ser.

Comparte esta historia y ayúdanos a difundir que los animales salvajes no deben ser comprados, ni llevados a casa como mascotas.

Te recomendamos