No hay duda de que los perros son seres sumamente especiales que siempre guardarán una relación muy estrecha con sus dueños. Ahora, el mundo entero se conmueve ante una muestra más del enorme corazón de estos animales. Se trata de la historia de un perrito en Grecia que ha decidido no moverse de un punto de la carretera en lo que parece una constante espera por su dueño.
El dueño del perrito perdió la vida hace dos años.
Es una zona en el pequeño pueblo Nafpaktos, en donde un hombre llamado Haris, el dueño del perrito, perdió la vida al estrellar su automóvil. Ahora, a pesar de todo el tiempo que ha pasado desde el accidente, el tierno perrito de color blanco se dirige a cada día hacia el punto exacto de la catástrofe y pasa sus horas allí.
El accidente de Haris fue una colisión con una mezcladora de cemento.
No se sabe con exactitud si el perrito se encontraba en el auto o cómo llegó hasta el lugar. Los vecinos y familiares de Haris construyeron un pequeño santuario en su honor, pero no podían imaginar que la tierna mascota quedaría tan profundamente afecta que se rehusaría a salir de allí. Simplemente no está dispuesto a despedirse de su dueño y parece querer esperarlo allí cada día. Varios amantes de los animales han intentado ayudarlo y buscar un nuevo hogar para él, pero todo ha sido en vano.
El perrito decidió esperar en el lugar del accidente y no en la casa que compartió con su dueño que queda a 12 kilómetros de distancia.
El dulce peludo se escapa una y otra vez y regresa al santuario. A pesar de que las temperaturas puedan llegar a estar muy altas, nunca se mueve. Pasa los días explorando a pocos metros del santuario y si hay mucho sol trata de esconderse bajo algunos árboles. Resignados al enorme corazón de este perrito, decidieron ayudarlo y construyeron un pequeño techo para que pueda pasar mejor sus días.
La familia del perrito le lleva todos los días agua y comida.
La familia no ha dado a conocer su nombre, pero todos en las redes se refieren a él como el Hachiko griego. Esto en honor al famoso perrito japonés que esperó a su dueño todos los días en una estación de tren a pesar de que éste ya había fallecido.
El Santuario de Haris se encuentra en medio de la carretera sin ningún establecimiento cercano.
No hay duda de que el inagotable amor de este hermoso perrito ayudará a mantener viva su memoria.
No te vayas sin compartir esta hermosa historia que nos recuerda ese nexo tan especial que existe entre una persona y su amada mascota.