Un perrito celoso alza sus patas para reclamarle a su dueño que lo alce como a su bebé

La llegada de un nuevo bebé al hogar despierta mucha alegría y amor en toda la familia pero no sólo estos sentimientos suelen surgir cuando hablamos de un nuevo integrante en el núcleo familiar.

Los celos también pueden acompañar la llegada del bebé pues tanto hermanitos humanos como peludos o, incluso, felinos pueden sentir que alguien les está robando la atención de papá.

Así sucedió cuando este pequeño llegó a casa.

Está científicamente comprobado que también en los canes se puede despertar el sentimiento de celos cuando alguien les quita la atención de sus seres queridos. Si lo dudas quizás no necesites más prueba que ver el divertido y tierno vídeo que ha emocionado a todos en las redes sociales.

El juego de papá debía incluir también a su peludito.

Se trata de un cachorrito que no puede evitar ponerse celoso cuando ve a su dueño mimar y jugar con su pequeño bebé.

El can sabe que es su hermanito y no quiere lastimarlo, pero tampoco se le hace justo que lo desplacen, así que se acerca para exigir un poquito de atención y cariño.

“¡Yo también quiero ser parte del juego, papá!”

En las imágenes se observa algo realmente curioso y conmovedor. Con sus brazos extendidos, el padre tiene a su pequeño alzado en el aire y lo lanza para atraparlo inmediatamente después. Pero hay alguien más que quiere participar, el perrito poodle de la familia se acerca y se para en dos patas por una sola razón.

De la forma más tierna el animalito extiende sus patas delanteras para suplicar a papá y este sabe perfectamente lo que el cachorro quiere. De inmediato, el amoroso hombre lo alza y comienza a simular que lo lanza por el aire como hace con su pequeño bebé.

Parece que el can está acostumbrado a la diversión.

El niño de pie junto al hombre se ríe al ver la reacción del animalito. Este poodle ladra cada vez que está en las alturas y pareciera emocionado, pues no para de mover su colita.

El asunto pareciera algo cotidiano entre la familia, pues tanto el niño como el can se ven bastante familiarizados con el juego. Aunque hay quienes pudiesen pensar que es peligroso, esta práctica es bastante común en muchos países y en el caso de los perritos, pues el hombre toma la precaución de nunca soltarlo.

Por lo visto, se trata de un can no sólo inteligente y consentido, sino al que le gusta la adrenalina pero su tierna familia conoce muy bien los límites y en ningún momento el hombre llega a lanzarlo. Quizás, desconfíe de la reacción que pueda tener el animal y no quiere que la diversión se convierta en un mal rato para todos.

Los momentos familiares siempre son hermosos, pero este perro nos ha enamorado a todos, comparte esta divertida historia en tus redes y alégrales el día a tus amigos.

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