Una elefante defiende a su familia de quienes irrumpen en su hábitat para perturbar su paz

Mwangi Kirubi es un fotógrafo de 43 años que ha tenido la oportunidad de compartir con animales salvajes y comprender un sinfín de maravillas sobre la vida en la naturaleza. Hace unos meses, Mwangi se encontraba con varios colegas en el Parque Nacional Amboseli de Kenia.

Su intención era disfrutar este bonito lugar y tomar algunas fotografías a los animales. Lamentablemente, el actuar irresponsable de algunos turistas dejó a los fotógrafos en un serio peligro.

“Estábamos sentados disfrutando pacíficamente de la compañía de los elefantes”, explicó Mwangi.

Un auto lleno de turistas comenzó a transitar por el parque a una velocidad mucho más alta de la permitida. El ruido del motor y los gritos de las personas que allí iban no tardaron en causar un enorme alboroto que afectó a los animales.

«Repentinamente dos vehículos vinieron a toda velocidad. Nos gritaron que les abriéramos el paso”, explicó Mwangi

En tan sólo unos instantes los elefantes comenzaron a realizar claros sonidos de estrés por todo el lugar hasta que finalmente la matriarca de la manada decidió encargarse del asunto.

Los elefantes se sentían amenazados por aquel auto lleno de turistas escandalosos. Lamentablemente, a la hora de defenderse tuvieron una pequeña confusión y comenzaron a perseguir uno de los autos en el que iban los fotógrafos.

Ellos comprendían la reacción de los asustados animales, pero se sintieron realmente aterrados. Los elefantes son muy tranquilos, pero una vez que se sienten amenazados pueden defenderse contundentemente.

“Desde mi lugar, vi a la matriarca de la manada acercarse a otro automóvil donde había varios fotógrafos. Parecía que amenazaba con atacar”, dijo Mwangi.

Mwangi se encontraba en una posición de ventaja que le permitió tomar fotografías de lo sucedido. Era una situación realmente tensa, pero su instinto de fotógrafo le indicó que no podía perder una oportunidad así para retratar a la valiente mamá tratando de defender a los suyos.

La elefante comenzó a perseguir el auto a toda velocidad y profería fuertes sonidos en una clara señal de que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por proteger a su familia.

Los fotógrafos condujeron con mucho cuidado hasta que lograron alejarse de allí. Es un alivio saber que ni la elefante ni los fotógrafos resultaron heridos. Lamentablemente, no se tiene mayor información sobre los turistas que rompieron las normas y causaron tanto estrés a los animales inocentes.

Resulta lamentable saber que hay tantas personas que consideran a los animales salvajes como una simple fuente de entretenimiento.

El rápido actuar de esta mamá elefante debería dejarnos a todos una clara enseñanza para el mundo: respetar el hábitat natural de los animales. ¡Comparte!

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