Una mujer agarró a un tiburón con sus manos para proteger a su madre

Es muy poco habitual encontrarse con un pequeño tiburón durante un baño relajante en un balneario. Sin embargo, es algo que puede suceder y esta historia es una prueba de ello.

Melissa Hatheier, una agente inmobiliaria se encontraba disfrutando en las tranquilas aguas del estanque de Oak Park, en Cronulla al sur de Sydney, junto a su madre, cuando una pequeña aleta de tiburón les alertó que tenían una particular compañía.

La madre de Melissa fue la primera que notó la presencia del tiburón y quien dio parte a las autoridades. Melissa bajó, echó un vistazo y se dio cuenta que se trataba de un pequeño tiburón Port Jackson que estaba dando vueltas en el estanque.

Inmediatamente pensó que tenía muchas probabilidades de sacarlo de esa área y colocarlo en el lugar donde debería estar.

Ciertamente era un tiburón bebé que estaba perdido y en sus intentos por buscar su destino se golpeaba constantemente con las rocas. Este pobre animal estaba estresado.

Melissa se armó de valor y se aproximó al pequeño tiburón, se puso de rodillas, colocó sus manos sobre sus aletas, lo levantó y lo ayudo a volver del otro lado del estanque.

Indudablemente fue una decisión de gran valor así se haya tratado de un bebé tiburón Port Jackson, que se considera inofensivo para los seres humanos.

Mientras mis manos estuvieran cerca de sus aletas, sabía que no podía morderme».

Ella comentó que simplemente cumplió con la promesa que le hizo a su padre antes de su muerte a causa de un cáncer… ¡Cuidar a su madre!

También cumplió con su deber con el animal que estaba desorientado y para su bienestar necesitaba regresar su hábitat.

No lo hubiese hecho si fuese un tiburón blanco».

Las imágenes fueron tomadas por el teléfono móvil de la hija de Melissa y muestran a esta valiente mujer nadando sobre el tiburón tratando de encontrar un plan de acción.

Tras pensar que sí sabía cómo sacarlo se observa cuando se sumerge en el agua, lo toma con mucho cuidado y sin titubear y finalmente coloca al tiburón en el océano.

Lo levanté y se fue».

Al sostener al tiburón al revés este queda en un estado de parálisis llamado inmovilidad tónica, lo que significa que el riesgo es muy mínimo. La persona puede mover al animal sin peligro para ninguno de los dos. 

Ella comentó que luego de levantarlo y dejar que se fuera se echó a reír, pensando que ese valiente gesto podía darle la entrada a un programa de supervivencia en televisión en la próxima temporada.

Comparte la historia un poco inusual pero muy curiosa con un desenlace genial. La mayoría de las personas gritarían del miedo ante una situación similar. Definitivamente Melissa tiene una valentía de oro.

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