Yegua con vitíligo que fue usada como «máquina de crías» por fin descansa en manos amorosas

La vida para muchos animalitos está llena de infortunios al lado de seres que piensan que en vez de tener un ser vivo, tienen una máquina de producción. La única función es complacer sus intereses personales, sin importarles en lo más mínimo el sufrimiento que les ocasionan. Estas personas solo quieren aumentar sus ganancias a través del dolor y finalmente el abandono del animalito.

La yegua era usada para la reproducción de crías.

Desafortunadamente, el maltrato animal es una realidad latente en nuestro mundo, muchos de los animalitos rescatados deben aprender a sobrevivir dejando de lado un pasado tormentoso que les deja no solo huellas emocionales sino físicas.

Tenía una gran hernia en la ubre.

Esta es la historia de Minstral, una yegua con vitíligo rescatada de un campo que logró superar el desalentador diagnóstico de los veterinarios y sorprendió a todos con su valentía al luchar con todas su fuerzas por su vida.

Es una mezcla de pura sangre de mazorca de Gales.

Al principio, los veterinarios dijeron que no había mucho que hacer, pero ella los sorprendió a todos y les enseñó que un diagnóstico no determina el rumbo de la vida.

Minstral es un animalito muy especial y único, se convirtió en el primer caballo con vitíligo encontrado por la propietaria en la zona.

Fue rescatada en un campo en Ingatestone, Reino Unido.

Sus manchas no se deben a una enfermedad genética, es el resultado de haberla cruzado múltiples veces, el exceso de reproducción le causó una afección cutánea que le generó vitíligo. También sufrió una afección en un ojo.

“La primera vez que me acerqué a ella por detrás pensé que era una vaca porque la hernia parecía una ubre muy grande, que era el resultado de una crianza excesiva. Desde el frente, honestamente pensé que alguien la había pintado, tenía círculos blancos completos alrededor de los ojos y ese hermoso hocico estampado”, confesó su actual cuidadora, Sue Barton.

Debido a la infección debieron removerle un ojo.

Afortunadamente, ahora está mucho mejor, fue trasladada a un santuario de caballos donde está comenzando a disfrutar su vida.

Minstral ha demostrado que es una verdadera guerrera, gracias a todos los cuidados que recibe de los trabajadores del santuario su recuperación ha sido todo un éxito.

No le molesta ni las inyecciones, ni que le arreglen sus patas, también se porta muy bien cuando le aplican protector solar. Minstral sigue recibiendo todos los cuidados que necesita, sin duda, merece ser consentida después haber sufrido tanto.

Solo avanzaremos como civilización cuando comprendamos que los animales también tienen sentimientos. Ámalos y cuídalos. Ellos no pueden defenderse solos, alcemos la voz en contra del maltrato animal. ¡Comparte!

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