Llevó durante tantos años una cadena que acabó con marcas potencialmente mortales en su cuello

Algunas personas aún son incapaces de entender el valor que tiene una mascota como ser vivo que merece protección, bienestar y afecto.

El estado de algunos perros en determinados lugares del mundo, sigue siendo una preocupación para ciertas instituciones, como How Of a Dog.

Archie deambulaba solo en las frías calles de Rumania

Archie fue encontrado vagando por las calles de Rumania en una situación lamentable, ya que tenía una cadena incrustada en su cuello.

Los voluntarios del equipo de rescate creen que había sido encadenado cuando era un pequeño cachorro y, a medida que creció, la cadena le quedó cada vez más chica, hasta que se enterró dolorosamente en su cuello.

La cadena, con la que había sido atado desde que era un cachorro, se incrustó en su cuello, dejándole lesiones

La cadena estaba quitándole la vida poco a poco a Archie, causándole una lesión profunda y potencialmente mortal alrededor de su cuello.

Por desgracia para este perro, es perfectamente legal en Rumania encadenar a las mascotas, y muchas personas atan a sus perros en los patios traseros y los usan como «herramientas» de protección.

Este video nos narra la historia de Archie, desde su rescate

Afortunadamente, How Of A Dog pudo rescatar a Archie y cortar la cadena que no solo lo privaba de libertad, sino que también amenazaba su vida. Su lesión fue tratada y comenzó a sanar bien a medida que pasaban los días.

Aunque su cuello se estaba curando, todavía había muchas cicatrices emocionales que tomarían más tiempo y paciencia para sanar. Debido a todo lo que había pasado, Archie era muy tímido y temía básicamente todo, incluidas las personas y los ruidos.

Archie pronto descubrió que no todos los humanos eran crueles y aprendió a confiar

Finalmente, se dio cuenta de que no todos los seres humanos son malos y que sus rescatistas solo querían ayudarlo. A pesar de su pasado, Archie demostró ser un cachorro muy dulce y afectuoso, que ama a todos.

A este juguetón y amistoso cachorro, que además es cariñoso con otros perros, lo único que le faltaba era un hogar para siempre. No pasó demasiado tiempo para que el sueño de Archie se hiciera realidad.

De un patio frío y húmedo, pasó a tener un hogar tibio, donde era amado

Encontró un hogar amoroso en Pennsylvania con una pareja llamada Beverly y Bryan. Ha pasado un año desde que fue adoptado, y ama cada segundo de su nueva vida y familia.

Archie se ha adaptado a la perfección a sus nuevos compañeros, incluyendo a las otras mascotas de la familia, con las cuales comparte cada día, jugando.

Tras haber pasado la mayor parte de su vida atado en un patio trasero, con una correa que amenazaba su felicidad, este perrito ahora goza de libertad y amor, disfrutando cada instante de una existencia maravillosa.

Junto a sus nuevos «hermanos» Archie disfruta ahora de su nueva vida

Si te indigna lo que la crueldad de algunas personas puede ser capaz de hacer en la vida de algunos seres, no dudes en compartir esta historia.

Más noticias sobre:

Te recomendamos