Un canguro bebé huérfano aferrándose a un oso de peluche se vuelve viral

La historia de Doodlebug, el cangurito, es muy singular. Este pequeño fue rescatado en Australia cuando solo tenía dos meses de nacido y de inmediato lo trasladaron a un centro de cuidados especiales llamado WIRES, que funciona en Nueva Gales del Sur.

Canguro oso peluche

Allí sucedió algo muy singular: al encontrarse en cautiverio, Doodlebug encontró un oso de peluche que colgaba de uno de los árboles de aquel lugar, y fue amor a primera vista. De inmediato el cangurito se encariñó con el juguete, abrazándolo con un afecto enternecedor.

Gillian Abbot, la encargada de WIRES, tomó una fotografía del pequeño Doodlebug y su osito de peluche y la envió a su hijo, el conservacionista y fundador de Wildoz, Tim Beshara, quien a su vez la publicó en su cuenta de Twitter reseñando el curioso y tierno hecho.

«Mi madre (una cuidadora de vida salvaje) me envió esto. Mostrando el valor de un buen abrazo, especialmente para un canguro huérfano».

Tim se llevó una enorme sorpresa al ver que al día siguiente, la fotografía se había hecho viral. No habría sido extraño que se hablara de la linda historia de Doodlebug en Australia, pero la tierna foto había cruzado el océano y se hablaba de ella en países como Brasil y Rusia.

Incluso para Tim y para su madre, fue una gran sorpresa ver que los noticieros matutinos de los Estados Unidos reseñaban conmovidos la ternura con la que Doodlebug se aferraba a su osito de peluche.

Gillian Abbot, experta en el rescate y cuidados de marsupiales, explicó que es bastante común que ocurran esas cosas en animales que han perdido a su madre.

El afecto del cangurito huérfano hacia el juguete se justifica porque de esa manera no se siente solo y ve en el oso de peluche a un semejante, que de algún modo le brinda protección.

“Parece que responde a los juguetes de la misma manera que un niño pequeño. Lo trata como a un compañero”, explicó Gillian.

La forma en la que Doodlebug quedó huérfano es un misterio. Gillian supone que pudo haberse caído de la bolsa de su madre o que ella, por desgracia, murió. De cualquier modo, en WIRES el pequeño marsupial recibió todo el cariño y los cuidados necesarios, por lo que fue liberado sin problemas.

Doodlebug ya es un animal adulto y fuerte, pero Gillian asegura que de vez en cuando vuelve por WIRES para pasar un poco de tiempo con su querido osito de peluche, el mismo que le brindó algo de consuelo durante sus primeros meses de edad.

Canguro oso peluche

Dailymail

Como Doodlebug, hay muchos animales que desarrollan un gran afecto hacia peluches o juguetes, como es el caso de patos, caballos, cerditos, monos… Lo tierno de esta anécdota es que es muy poco común ver este tipo de conductas en canguros.

¡Si quieres sorprender o enternecer a tus amigos, comparte esta linda historia!

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